Candás es uno de esos lugares donde el mar no solo se ve, se siente. Cada rincón huele a sal, cada calle guarda una historia, y cada atardecer parece detener el tiempo. Situada en el corazón de la costa asturiana, esta villa marinera del concejo de Carreño combina historia, carácter y autenticidad.
Caminar por su puerto, escuchar el murmullo de las olas y dejarse llevar por su ritmo pausado es descubrir una Asturias viva, orgullosa de su pasado y abierta a quienes llegan con ganas de disfrutarla.
Un pueblo con alma marinera
Desde hace siglos, Candás ha vivido de cara al mar. Su tradición pesquera marcó el pulso de la villa durante generaciones, especialmente durante la época dorada de las conserveras, cuando el olor a salazón llenaba las calles y el trabajo en las fábricas daba vida al pueblo.
Aunque hoy la industria ha dejado paso al turismo, la esencia marinera sigue presente. Las barcas de colores siguen entrando al puerto, los vecinos se saludan en la lonja, y las fiestas locales continúan celebrando la relación eterna de Candás con el Cantábrico.
Historia viva en cada esquina
El origen de Candás se remonta a tiempos medievales, cuando ya era un puerto activo en la costa asturiana. Sin embargo, su historia se entiende mejor paseando: por la Plaza de la Baragaña, centro neurálgico de la vida local; por las callejuelas empedradas que suben hacia el Faro de San Antonio; o por el paseo marítimo que une el puerto con Perlora, uno de los tramos más bonitos del litoral central asturiano.
Cada rincón cuenta algo: desde las antiguas fábricas de conservas, hoy reconvertidas en espacios culturales, hasta el Museo Antón, que recuerda la figura del escultor local Antonio Rodríguez García, símbolo del arte y la identidad candasina.
Qué ver y hacer en Candás
Candás invita a explorar sin prisa. Aquí van algunas ideas para disfrutarla al máximo:
- Pasear por el puerto: el corazón del pueblo, siempre animado, con barcas, terrazas y vistas al mar.
- Subir al Faro de San Antonio: las vistas desde el cabo son impresionantes, sobre todo al atardecer.
- Visitar el Museo Antón y su entorno escultórico, un paseo al aire libre entre arte y naturaleza.
- Recorrer la Senda del Tranqueru, un antiguo trazado ferroviario junto a los acantilados, ideal para caminatas con vistas.
- Descubrir sus fiestas, como el Festival de la Sardina, donde todo el pueblo huele a parrilla y se celebra al ritmo de gaitas y sidra o la fiesta del Cristo de Candás.
Probar las marañuelas, el dulce típico de Candás, perfecto para acompañar el café o llevarte como recuerdo.
Sabores que saben a mar
Si algo distingue a Candás, es su gastronomía. Aquí el mar se sirve en el plato, fresco y sin artificios.
En sus restaurantes y sidrerías podrás probar desde pescados del día hasta platos tradicionales como el bonito con tomate, el pulpo a la plancha o la fabada asturiana. Y, por supuesto, no puede faltar la sidra natural, escanciada con maestría mientras el ambiente marinero lo envuelve todo. De postre puedes degustar sus famosas marañueles.
Naturaleza y descanso
Más allá del pueblo, Candás está rodeado de paisajes que invitan al descanso: acantilados verdes, playas escondidas y casi vírgenes, miradores sobre el Cantábrico.
La Playa de Candás, de ambiente familiar, está a solo unos pasos del centro, y desde allí parten senderos que permiten descubrir el litoral entre prados, bosques y mar.
Dónde Alojarse: vivir Candás desde el corazón de la villa
Si quieres disfrutar de Candás con la comodidad de estar en pleno centro, los Apartamentos Turísticos Las Terrazas de Candás son el lugar ideal.
Situados justo frente a la Iglesia de San Félix, estos apartamentos combinan ubicación, confort y encanto local.
Amplios, luminosos y completamente equipados, son perfectos para descansar después de un día de playa o de exploración. Desde sus ventanas podrás sentir la vida del pueblo: el sonido de las campanas, la brisa del mar y el ambiente de las terrazas que dan nombre al alojamiento.
👉 Ideales para familias, parejas o viajeros que buscan independencia, comodidad y autenticidad en su escapada al norte.
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Cómo llegar
Candás se encuentra a solo:
- 15 minutos de Gijón
- 30 minutos de Oviedo
- 30 km del Aeropuerto de Asturias
Puedes llegar en coche, tren o autobús, y una vez aquí, moverte a pie: todo está cerca y el encanto está precisamente en recorrerlo sin prisas.
Consejos para disfrutar al máximo
- Trae calzado cómodo: las mejores vistas se descubren caminando.
- Viaja en verano o principios de otoño si quieres vivir sus fiestas más populares.
- El resto del año Candás tiene un clima agradable, y al ser una época menos turística podrás disfrutar la villa con más calma y autenticidad
- Prueba las marañuelas recién hechas en las pastelerías locales.
- Reserva tu alojamiento con antelación, especialmente en temporada alta: Candás es un destino muy querido por los asturianos.
Candás, donde el mar se queda contigo
Candás no es solo un destino, es una forma de vivir el norte. Aquí el tiempo se ralentiza, el mar marca el ritmo y la gente te recibe como si volvieras a casa.
Hospedarte en Las Terrazas de Candás es vivir el pueblo desde dentro: despertarte con el sonido de las gaviotas, bajar a desayunar junto al puerto y sentir que, aunque te vayas, una parte de ti siempre se quedará mirando al Cantábrico.